Muerta me he quedado al contemplar las imágenes de mis queridísimos Enrique y Ana dándole vueltas al platillo este de las narices que tanto triunfó entre los niñatos de los años 80. Yo como era el ser más caprichoso del mundo le pedí a papa urraco un ejemplar del super disco chino, porque yo como le tenía "ictericia" a la mocosa de la Ana, me dije a mi mismo: "si esa niñata gira eso con tanta gracia yo sin duda lo haré mejor". Una vez conseguida tamaña arma de destrucción masiva, cogí el palillo de sustentación y empecé a darle vueltas al disco rojo infierno para regocijo de mi abuela, que en paz descanse y de mi familia que ratificaban con asentimientos mis dotes de malabarista. Hasta que en pleno éxtasis, el puto disco chino salió volando por todo el comedor esportillando toda la vajilla de la alacena, el reloj de pared, el cuadro del ciervo cazado y la dentadura de mi abuela. Ese fue el final del juego. Mi padre, conociendo mi maldad y mi poca agilidad genética, decidió agenciárselo para usos telúricos que jamás osé preguntar. Contada mi batallita os dejo con el "videoclí" original de la película donde aparece esta pegadiza cancioncilla y su coreografía matadora de este momento simpar de la cinematografía mundial. ¿Y por que el disco chino, si era chino, porque era también filipino?. Misterios de la humanidad...
Videoclip: http://www.youtube.com/watch?v=_v3toWi4Pk0Emepetrés: Enlace
2 comentarios:
Qué gran obra maestra.
El diseño gráfico precioso, por cierto.
Hola saludos incluido el blog en "Rock-Blogroll"
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