¡Qué buenos momentos nos deparó Eurovisión en los años 60 y 70! Aunque ya podéis imaginar que en este blog vamos a tirar bastante de este insigne festival "plural" y "parcial". Yo tenía un año (por ende, no me acuerdo), cuando nuestra piel de toro (suena fascistoide, ¿no?) vibraba, por segundo año consecutivo, con el triunfo de España en este certamen que reunía a la familia entorno al televisor. Pero el gozo patrio se hundió en el pozo cuando hubo cuatro empates junto a Inglaterra, Holanda y Francia. ¡Que mohines más graciosos nos sirvió Laura Valenzuela cuando se halló ante semejante disyuntiva!. Como solo había un premio para todos se lo fueron pasando cada uno de los cuatro representantes y pasado el tiempo se les entregó una copia. Pero, nacionalismos aparte, hemos de decir que la que estuvo mejor de todos, la más bailonga y la más sonriente fue Salomé, que bien podría haber patrocinado un espot de mopas de la época con el vaporoso vestido de flecos azul lavabo que lució y que por lo visto pesaba un huevo. ¡Con que gracia lo agitaba!. Esta catalana de pro encandiló a toda Europa, junto al coro masculino que no paraba de decir "hey, hey". ¡Ay!. Rememoremos esos tres minutos de gloria clickando aquí...
Videoclip: http://www.youtube.com/watch?v=2sifsSxlPuc
Emepetrés: Enlace
1 comentario:
pequeño apunte historico. Los flecos famosos del vestido no eran de tela, eran piezas de porcelana y segun parece pesaba un "Güevo" y la llema del otro.
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