A mí un día me dijo mi psicoanalista-psicólogo-psiquiatra (es como un 3 en 1), que mi galopante bipolaridad podía empeorar si seguía escuchando demasiada música casposa. Pero como yo soy un apasionado de lo hortera y lo "friki" he pensado ponerme malísima de urgencias (a ver si me pilla un George Clooney) escuchando a Goyo Ramos (te la agarro con las manos, arg, arg, arg). Este asturiano nacido de alguna conjugación astral o de algún polvo de estrellas nuclear, aterrizó tierras hispánicas (ya podría haber sido en la Atlántida) para amenizar bodas chusqueras. En aquellos años de grandes genios como Tamara Seisdedos, Yola Berrocal, Dinio, etc., corría por las televisiones locales este ente, más feo que pegar a un padre, y que además no tenía ni repajolera idea de cantar. No he encontrado el "viniotlip" porque sin duda ya me hubiera defenestrado, eso sí, con todas mis joyas aplicadas, pero sí como una especie de video experimental donde aparece cantando con un "discman" en una tienda de electrodomésticos. "Mismamente" os digo que os bajéis la cancioncilla, que es un minuto, y escuchéis esta suerte de graznidos y rebuznos descompasados sobre una base bailable "housera" de vomitona. Vosotros mismos, pero unas buenas risas siempre tonifican el cutis...
Videoclip: http://www.youtube.com/watch?v=XznYPNQN0ZwEmepetrés: Enlace