¡Holaaaaaaaaaa! Que tal queridísim@s mí@s, espero que más viej@s que yo, argg, argg, argg. Bueno, ya estamos de vuelta después de un par de meses difíciles con la salud, el trabajo y los estudios, que uno siempre está al día de todo. Pero tranquilos casposos de mis entretelas, vuestra Urraca vuelve para no abandonaros jamás. Es que os he echado mucho de menos para que me alabéis y me insultéis, que en este tiempo que he estado impertérrita, alguno me ha tratado de inculto y de poco letrado. Que yo a veces me hago la despistada como la Esteban pero aquí uno es más listo que el hambre y más con esta crisis...que va uno de un zarrapastroso que da pena pero eso sí, a buen. Vamos acabar todos como chonis poligoneras con tanta compra en los mercadillos, pero como diría mi amiga Mayte, "ante todo elegancia". Después de saludaros de nuevo no hay nada mejor que hablar de cigalas ahora que llega el verano porque no me negaréís que todos, sin excepción vamos a la playa como locos para comernos unas cuantas sea en un chiringuito o en la arena. Y es que el incansable y salidillo El Payo Juan Manuel nos hace una oda a este marisco tan sabroso y apetecible a cualquier hora del día del que literalmente dice que "tenía muchos bigotes, su cabeza era encarnada, vaya, como se pondrá quien se coma esa cigala". Todo ello a ritmo de rumba chochi con un coro de mozas diciendo que "la cigala que rica es, la cigala que buena está". Pues nada, todo el mundo a comer cigalas y sobretodo a chupar las cabezas que es donde está todo el condimento, argg, argg, argg.
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1 comentario:
Qué alegría que hayas vuelto para dar color a la vida. Después de tantas penas, al fin una alegría. Besos
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