Las cancioncillas de la movida madrileña eran más simple que el mecanismo de un chupete pero a la vez muy efectivas. No solo se les cantaba a los botes de Colón o en su defecto o a las santas canonizadas y estigmatizadas. El punto solidario de grupos como Glutamato Ye-Ye hecho con gracia y modernidad fue uno de los puntales de los años 80 hispanos. Sin tono peyorativo y con la claridad de lo políticamente incorrecto por delante, este "Todos los negritos tienen hambre y frío", que hoy en día sería algo así como "Todos los niños de color sufren inanición e hipotermia", fue efectivo y conmovió a aquellos que no sabían que las criaturas se mueren en el tercer mundo mientras que en el "primero" nos lo gastamos en pieles y chalés. Y ahora me diréis que el presente va siempre alardeando de dispendios y gastos superficiales, pero ante todo dejar claro que aquél que no gaste en alguna chorrada que tire la primera piedra. Al menos yo intento ayudar al necesitado y eso va en serio, aunque tampoco me voy a vanagloriar de mis actos solidarios públicamente. Más canciones así de claritas deberían salir a la palestra musical para concienciar a la humanidad que a este paso nos vamos a la mierda y menos Bisbales pegando saltitos con sus rizos a lo Pantene. No os perdáis el vídeo cochambroso en VHS de una actuación de este grupo en la época donde el cantante Iñaki Fernández, con su sempiterno bigote hitleriano cantaba asido a una pata de pollo. Delirante.
Videoclip: http://www.youtube.com/watch?v=bEfamEC_SygEmepetrés: Enlace
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